El antipoeta Nicanor Parra

05 Sep, 2022

«Durante medio siglo la poesía fue el paraíso del tonto solemne hasta que vine yo y me instalé con mi montaña rusa. Suban si les parece. Claro que yo no respondo si bajan echando sangre por boca y narices»

De Versos de salón (Santiago, Edit. Nascimento, 1962)

 

Desenfadado, irónico, rupturista. Nicanor Parra Sandoval encontró en la poesía la más honesta forma de relacionarse con la vida, haciendo trastabillar la tradición literaria de poetas como Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Vicente Huidobro o Pablo de Rokha.

Nació un 5 de septiembre de 1914, en San Fabián de Alico. Hermano mayor del clan formado por Violeta, Roberto y Eduardo, entre otros. Hijo de una familia provinciana, vivió la precariedad económica, el esfuerzo y los continuos cambios de residencia, producto del trabajo del padre un profesor y músico bohemio.

 

 

En 1932 se trasladó a Santiago para concluir los estudios secundarios en el Internado Barros Arana, ingresando posteriormente al Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, donde inicia las carreras de matemática y física, para luego especializarse en Estados Unidos, gracias a la beca del «Institute of International Education” que completará en 1949 en Gran Bretaña. Aquí entenderá la enorme unión existente entre los lenguajes de la matemática y la poesía ya que “con el mínimo de palabras hay que cubrir el máximo de realidad”, señalará más tarde.

Al volver a Chile en 1954, publicó “Poemas y Antipoemas”, libro que marca un antes y un después en la poesía chilena e Hispanoamérica. Separado en tres secciones y 29 poemas, marca la irrupción del modelo antipoético que romperá con lo establecido y modelará el trabajo de gran parte de los poetas actuales de nuestro país.

El modelo parriano no sólo es un artilugio literario de vanguardia; sino que también conecta a la poesía chilena con esa profunda sabiduría popular, camino tan recorrido por su hermana Violeta. En “La Cueca Larga” de 1958, publicado por la Editorial Universitaria, y acompañado con las ilustraciones del pintor Nemesio Antúnez, se atreve a posicionar a la cueca y el folclore como elementos constitutivos de la identidad literaria de Chile, restando reverencialidad al acto de creación poético, permitiendo que sea el “lenguaje de la tribu”, el que se haga presente en cada creación. Pero cuando ya creíamos encasillarlo y otorgarle una “etiqueta”, vuelve a contradecir sus propios postulados y en “Versos de Salón” de 1962 el antipoeta abandona su propio estilo y vuelve los versos endecasílabos de tradición clásica como forma de parodia a la sociedad burguesa de la época.

 

 

Después de publicar su “Obra Gruesa” de 1969, especie de autoantología, da con quizás el trabajo que le ha otorgado mayor reconocimiento internacional, “Artefactos” de 1972. No es un libro en el sentido tradicional; sino que 242 tarjetas, ilustraciones y frases de eslogan que proponen una lectura sin orden, inquietante, donde cada mensaje es una confrontación para el propio lector.

Alejado de la vida social que rehuía, lo que no significaba no estar al tanto de lo que ocurría en nuestro país, publica en 1977 “Sermones y Prédicas del Cristo de Elqui”, donde incorpora la voz dramática para desarrollar sus poemas, lo que le permite elevar a valor literario los sermones apócrifos de un predicador extraviado y asertivo, Domingo Zárate Vega, en el convulsionado Chile de la dictadura militar.

En su libro “Hojas de Parra”  de 1985, compila 82 poemas y antipoemas donde incluye su mítico poema «El hombre imaginario». Aquí la palabra es no sólo un descriptor de lo que acontece; sino que la forma en sí misma para explorar la realidad.

 

 

Posteriormente saldrán a la luz su libros “Poemas para Combatir la Calvicie” (1993), “Discursos de Sobremesa” (2006), “Obras Completas I & Algo +” (2006), entre otros.

Entre los múltiples reconocimientos y premios, recibidos por Parra, podemos mencionar:

 

  • En 1991, recibe el título de Doctor Honoris Causa en la Universidad de Brown y el Premio de Literatura Iberoamericana y del Caribe Juan Rulfo.
  • El año 2000, es nombrado Honorary Fellow en la Universidad de Oxford, Inglaterra.
  • El 2001, recibe el premio de Literatura Hispanoamericana Reina Sofía, y el 2012 se le otorga el Premio Iberoamericano de poesía Pablo Neruda. A entender de muchos solo faltó el premio Nobel; que por trayectoria y creatividad era más que justificado.

 

 

Durante sus 103 años, este “Rey & Mendigo”, como lo llamaba el escritor Rafael Gumucio vivió en la irreverencia y la contradicción sin prejuicio, siempre forzando la realidad y los cánones tradicionales, más allá de la zona de confort, devolviéndonos la verdadera alma y espíritu de lo que significa ser chileno. Nicanor Parra muere un 23 de enero de 2018.

 

Victor González Frías

Libros Mac-kay

 

 

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